La mezcla de estilos con creatividad, define la personalidad de cada ambiente de esta casa. El aire vintage se consigue empleando distintos estampados, texturas y muebles con acabados envejecidos. Acompañan motivos y texturas con un guiño romántico y femenino.
Las flores ocupan un lugar de privilegio en la decoración de cada estancia, las vemos en cortinas, en papel pintado, en lámparas de papel, cojines, edredones, cuadros y tapicería, así como también hay jarrones con flores naturales que añaden frescura al interior.
Las lámparas de toda la casa no tienen desperdicio, especialmente las lámparas de araña, que son bellísimas.
La cocina y el comedor son dos espacios con importante iluminación natural, con el color blanco como base que aporta más luminosidad, y a la vez permite destacar los colores vivos del mobiliario y accesorios. En el comedor, muebles de madera envejecida y sillas de diferentes modelos rodean la mesa, un detalle atractivo.
El patchwork tiene su lugar también en la decoración de esta casa, se puede apreciar en mantas, alfombras y hasta revistiendo toda una pared.
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